top of page

Salud Mental en México: ¿Estigma?

Por Susana López Reséndez

Cuando hablamos de pérdida de salud, se habla de dolencias, implica un déficit en nuestro funcionamiento y sobretodo y se ve reflejado el síntoma (ej. físico: fiebre ó dolor de cabeza, mental: falta de concentración, preocupación excesiva ó una fuerte sensación de pánico). Aún así, ¿por qué nos cuesta tanto aceptar el malestar mental, tanto en los demás como en nosotros mismos?

En la actualidad de nuestra sociedad, seguimos percibiendo los trastornos mentales como amenazantes, extraños e incómodos y son precisamente estas actitudes que con frecuencia fomentan el estigma y la discriminación hacia las personas quienes la padecen. Las diversas formas de exclusión pueden verse en círculos sociales, dentro del lugar de trabajo hasta en la propia familia, esto limita la capacidad que uno mismo tiene para pedir ayuda, en otras palabras, acudir con un profesional de salud, ya sea psicólogo o psiquiatra.

Comencemos por definir qué es un estigma de salud mental, pudiéndolo dividir en dos tipos: el estigma social se caracteriza por actitudes y comportamientos de rechazo dirigidos a la persona que vive con esta problemática como resultado de la etiqueta psiquiátrica (ej. trastornos por: ansiedad, depresión, bipolaridad, TEA, de la alimentación).

En contraste el autoestigma es la internalización por parte de la propia persona de sus percepciones de discriminación, pudiendo afectar significativamente los sentimientos de vergüenza, validez y baja expectativa de recuperación del tratamiento.

Entonces, ¿qué factores causan el estigma? Es difícil concretarlo en uno solo ya que a lo largo de la historia, las personas han sido tratadas de manera diferente, excluidas e incluso brutalizadas.  Todavía se sigue creyendo que los trastornos son causados por la propia persona.

¿Por qué es importante hablar del estigma? Este puede verse reflejado en exclusión, pobre apoyo social y baja calidad de vida percibida. Estos factores por sí solos representan razones importantes para buscar erradicar el estigma de la salud mental, garantizar que se facilite la inclusión social y que se pueda lograr la recuperación de manera eficiente.

 

Por lo pronto, pensar en las acciones que podemos realizar para combatir el estigma pudieran ser comenzar a hablar abiertamente sobre salud mental, buscar educarnos sobre los trastornos para comprenderlos y así, compartir con los otros.

 

Ser conscientes de nuestro lenguaje, ya que el trastorno no define a la persona, antes de ver la etiqueta del diagnóstico, siempre hay que ver que existe una persona detrás del mismo.

Y por último, fomentar la igualdad entre las enfermedades físicas y mentales, al igual que no haríamos chistes o comentarios hirientes sobre alguien que tiene diabetes o enfermedad cardíaca, tampoco habría porque hacerlo con un trastorno mental.

 

Nadie estamos exentos desarrollar una enfermedad mental, habría que revisar nuestros propios prejuicios y actitudes para así poder dar luz a cuidar los estigmas en comunidad. #NoEsDeLocos atravesar un trastorno mental, sea cual sea. #NoEsDeLocos pedir ayuda profesional y #NoEsDeLocos ver siempre primero a la persona, antes del trastorno.

Junio, 2020
Monterrey, NL. México
  • Instagram
  • Icono social LinkedIn

¡Gracias por contactarme!

bottom of page